Esas vacaciones él tenía un propósito, amanecía temprano y se marchaba. Yo no sabía muy bien donde iba, y la curiosidad de niño era fuerte. Le preguntaba y se hacía el silencio del interesante, pero así es mi padre.
Me empeñé en saberlo y al día siguiente amanecí con ilusión de niño, todos dormían en la casa, menos nosotros. Sin hacer ruido salimos y caminamos hacia la playa.
Una vez allí empezamos a correr sin mas. Yo le miraba y le imitaba, corría fuerte para no quedarme atrás, y quizás solo pensaba en que se sintiera orgulloso de mi, de que le había acompañado y no había sido un estorbo.
Al llegar a casa, un buen desayuno y todo el día por delante.
Al año siguiente, volvió a pasar lo mismo, pero esta vez me llevó de pesca. Aunque lo probé toda la mañana, a mi eso de estar esperando no me atraía demasiado. Entre tanto yo corría por los alrededores.
Esa es mi primera experiencia consciente de correr, mi padre lo llamaba footing y ahora lo llamamos running o jogging en los años 90, pero eso no importa. No llueve a gusto de todos y los puristas que sigan pensando mientras los demás disfrutamos corriendo.
Viendo esta imagen me pregunto donde dejé mi técnica de carrera.
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Siempre es muy gratificante recordar los inicios.
Algunos nos enganchamos tarde.
Eso es verdad! Sea como sea siempre hay unas primeras veces irrepetibles jejjej